La Hermandad emprende así una nueva obra de caridad para ayudar a aquellos vecinos que peor lo están pasando.
Los desayunos -consistentes en café, zumos, fruta o bollería- comenzarán a repartirse a las ocho de la mañana y los voluntarios -en torno a una decena- funcionarán hasta las diez.
La iniciativa solidaria se celebrará de lunes a sábado, y su horario y número de voluntarios variará en función de la demanda.
El Hermano Mayor, José María Blanco ha resaltado que la capacidad del salón -ubicado en la calle Santa Ana,1 - es para unas 50 personas, aunque espera que no se llegue a esas cifras, que ''reflejarían una mala señal de que hay mucha gente necesitada''. Hasta el momento no tienen previsión del volumen de personas que podrán acudir.
Con esta obra social, quieren ''calentar el estómago'' de todas esas personas que tienen necesidades, especialmente de aquellos vecinos del entorno cercano a la Hermandad. También ayudar a personas que estén inválidas o a niños enfermos, desplazándose hasta sus casas para acercarles el desayuno.
Esta acción comenzará el lunes 21 de enero gracias a los propios recursos de la Hermandad, cuyo presidente ha resaltado que no se negará el desayuno a nadie, porque ''nuestra madre, la Santísima Virgen no le cerraría las puertas a nadie''.
