Los sistemas de climatización actuales nos permiten disfrutar de unos excelentes niveles de confort en nuestros hogares, lo cual tiene repercusiones positivas tanto en la comodidad del día a día como en nuestra calidad de vida. No se trata únicamente de mantener una temperatura agradable, sino de poder concentrarnos mejor en las tareas cotidianas, descansar de forma adecuada y disponer de un ambiente mucho más saludable.
Dentro de las nuevas tecnologías, podemos decir que los aparatos de aire acondicionado ocupan un papel protagonista en nuestros hogares. Ya sean de tipo split, multisplit o por conductos, su misión es garantizar que la climatización llegue a cada rincón de la vivienda de forma eficiente.
Ahora bien, más allá de la instalación y el uso, hay un aspecto clave que no conviene pasar por alto: el mantenimiento. Y dentro de las rutinas de mantenimiento, no cabe ninguna duda de que la limpieza de los filtros del aire acondicionado por conductos es, sin duda, una de las más fundamentales.
¿Por qué limpiar los filtros del aire acondicionado por conductos?
Eliminamos agentes contaminantes y alérgenos
La primera razón, y probablemente la más importante, tiene que ver con la calidad del aire interior. Los filtros de los equipos de aire acondicionado actúan como una barrera frente a partículas de polvo, polen, ácaros, bacterias y otros agentes contaminantes. “Muchas personas creen que basta con encender y apagar el sistema para disfrutar del confort, pero no son conscientes de que un filtro sucio significa que todas esas partículas terminen circulando por el ambiente, pudiendo ocasionar problemas de salud y de alergia” —explican los expertos de Tsclima—.
La eficiencia energética se dispara
Una segunda ventaja directa de esta limpieza es la eficiencia energética. Hay que tener en cuenta que, cuando los filtros se encuentran obstruidos, el flujo de aire se ve comprometido y la máquina necesita hacer un esfuerzo mayor para mantener la temperatura deseada. Esto no únicamente permite elevar el consumo eléctrico, sino que también incrementa el desgaste de los componentes. Al limpiar los filtros, podemos solucionar este tipo de problemas.
Mejoramos la vida útil del sistema y evitamos malos olores
El mantenimiento adecuado, además, permite prolongar la vida útil del equipo. Un filtro limpio significa que el ventilador, el motor y el compresor trabajan con menos esfuerzo y sufren menos averías. También evita la aparición de olores desagradables, que a menudo provienen de la proliferación de hongos o bacterias en entornos húmedos, como ocurre en los filtros.
“Cuando realizamos revisiones técnicas encontramos un patrón muy claro: los equipos con filtros limpios duran más y presentan menos incidencias” —añaden los técnicos de Tsclima—. A esto hay que sumarle el impacto en la salud, ya que prevenir la acumulación de partículas contaminantes en el aire interior ayuda a reducir alergias, irritaciones respiratorias cutáneas e incluso molestias de todo tipo en personas con asma o problemas pulmonares o problemas de piel, relacionados con la dermatitis o la urticaria.
Si quieres profundizar más en este tipo de sistemas de climatización, en
tsclima.com podrás acceder a información detallada y disfrutar de un asesoramiento especializado, por ejemplo, si tienes alguna avería relacionada con el mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado, más allá de los filtros.
¿Cómo realizar la limpieza de los filtros?
El aire acondicionado por conductos es un sistema que aprovecha una preinstalación de conductos ocultos tras un falso techo, por los que circula aire frío o caliente que se distribuye de manera uniforme por toda la vivienda. Gracias a esta disposición, el confort térmico se alcanza en todas las estancias, aunque a costa de un acceso algo más complejo a la unidad y a sus filtros.
Buscar dónde se encuentra la unidad interior
En primer lugar, es necesario localizar dónde se encuentra la unidad interior. Por lo general, esta se esconde tras un falso techo, normalmente en baños o en las zonas húmedas del hogar. El acceso se realiza retirando una placa de pladur o una rejilla de ventilación. Los filtros suelen estar en la parte trasera de la unidad, dispuestos en bandejas extraíbles.
Apagar el aparato de aire acondicionado
Antes de proceder, conviene apagar el sistema de climatización para garantizar la seguridad y evitar que el equipo se ponga en funcionamiento mientras se manipula. “No es un detalle menor: apagar el aparato nos protege frente a posibles daños eléctricos” —subrayan los profesionales de Tsclima—.
Extraer los filtros del aparato del aire acondicionado
Una vez desconectado el sistema, llega el momento de retirar los filtros. Estos, dependiendo del modelo, pueden contar con pestañas, correas de nylon o mecanismos que permiten deslizarlos hacia afuera con suavidad. Conviene hacerlo despacio, evitando golpes o dobleces que puedan terminar dañando la estructura.
Limpiar los filtros con jabón, un cepillo suave o un paño de microfibra
La fase de limpieza admite diferentes métodos. Una opción sencilla consiste en pasar una aspiradora con boquilla suave sobre la superficie para eliminar el polvo acumulado. Otra alternativa es utilizar un cepillo de cerdas blandas. En los casos más severos, puede ser necesario sumergir los filtros en agua tibia con jabón neutro. Al limpiarlos, es importante evitar movimientos bruscos o presionar con demasiada fuerza, ya que los materiales pueden resultar frágiles. Una vez limpios, se recomienda dejarlos secar por completo antes de reinstalarlos.
Volver a colocar los filtros en el aparato
Finalmente, se deben colocar los filtros en su sitio original. Si durante el proceso detectas que alguno está roto, deformado o demasiado deteriorado, la mejor opción es sustituirlos por filtros nuevos. Así, podrás garantizar que el aire que circula por los conductos sea realmente limpio y saludable.
En este punto,
si todavía estás valorando la instalación de un sistema de climatización, y dudas entre distintas opciones, como el aire acondicionado
split o el de conductos, te recomendamos leer este artículo de
Electrodomesticos10, en el que se analizan en detalle ambas alternativas.
Recomendaciones finales y frecuencia de limpieza
La frecuencia con la que debe limpiarse un filtro de aire acondicionado por conductos depende del uso y del entorno en cuestión, así como si tenemos problemas respiratorios o de alergia. En hogares donde se enciende a diario, especialmente en zonas urbanas con altos niveles de polvo o de contaminación, se aconseja realizar la limpieza cada tres meses. En viviendas con menor uso, puede bastar con hacerlo dos veces al año.
“Es un error esperar a que el equipo muestre fallos visibles. El mantenimiento debe ser preventivo, no correctivo” —recalcan los expertos de Tsclima—. Con esta visión, no únicamente conseguimos prolongar la vida útil del sistema de climatización, sino que disfrutamos de un aire más limpio y de un ahorro energético y económico constante mes a mes.
Otro consejo útil es combinar la limpieza casera de filtros con una revisión profesional anual. Los técnicos cuentan con herramientas específicas para comprobar la presión del gas refrigerante, el estado del compresor y la eficiencia del sistema en su conjunto. Así, pueden detectar cualquier anomalía a tiempo y se corrige antes de que derive en una avería más grave.
En definitiva, podemos decir que la limpieza periódica de los filtros del aire acondicionado por conductos suele ser una tarea sencilla que repercute directamente en la salud, el confort y en nuestra economía. Si les proporcionamos un mantenimiento responsable, no cabe ninguna duda de que estos sistemas ofrecen lo mejor de sí mismos durante muchos años.
